¿Qué es el spam y cómo puedes evitarlo?
Seguro que más de una vez has abierto el correo y te has encontrado con mensajes raros. Se trata de ofertas sospechosas o pura basura digital que no sabes ni de dónde ha salido. Pues sí, eso es spam. Y aunque parezca algo inofensivo, puede darte más de un problema si no andas con cuidado.
Sabemos que el spam es muy molesto, sí. Pero lo peor es que también puede poner en riesgo tu privacidad. Así como la seguridad de tu equipo o incluso afectar la reputación de tu propia web o empresa si no gestionas bien los filtros o los envíos. Vamos, que no es solo cuestión de vaciar la bandeja de entrada y listo.
Por eso, desde Raiola Networks te contamos en detalle lo que necesitas saber sobre qué es el spam, cómo actúa y, lo más importante, cómo puedes plantarle cara para evitar más de un disgusto. Así que si quieres estar más tranquilo online (y de paso cuidar la salud digital de tu proyecto), esto te interesa.
- ¿Qué significa realmente “spam”?
- Tipos de spam más comunes
- Spam por correo electrónico
- Mensajes de texto y llamadas no deseadas
- Spam en redes sociales y apps de mensajería
- Comentarios automáticos y otros formatos
- ¿Cómo reconocer un mensaje de spam?
- Señales típicas en correos y mensajes
- Spam vs. phishing: ¿en qué se diferencian?
- Riesgos del spam para tu seguridad y privacidad
- ¿Cómo evitar el spam y protegerte?
- Filtros antispam y medidas técnicas
- Buenas prácticas para prevenirlo
- Cómo protegerte en redes sociales y móviles
- ¿Qué hacer si recibes spam constantemente?
- Cómo reportarlo y bloquear remitentes
- ¿Es legal el spam? Regulaciones actuales
- Conclusión: cómo mantener tu vida digital libre de spam

¿Qué significa realmente “spam”?
Aunque todos hemos oído hablar del spam, lo cierto es que no siempre tenemos claro qué es. Dicho rápido y sin dar vueltas: el spam es cualquier mensaje que te llega sin haberlo pedido y que, encima, ni te va ni te viene. Lo típico son los correos publicitarios pesados, pero también se cuelan en comentarios de blogs, foros, redes sociales, tiendas… vamos, que está por todas partes. Y sí, la llegada de la IA no ha hecho, sino empeorar, la situación.
Lo curioso del tema es que la palabra “spam” viene de un sketch de los Monty Python, donde repetían esa palabra hasta que no se podía seguir la conversación. Pues eso mismo pasa con los correos basura hoy en día: te llenan la bandeja, te distraen y, sin darte cuenta, te hacen perder tiempo (y paciencia).
Por otro lado, no todo el spam es inocente. Algunos mensajes son para vender, sí… pero otros esconden enlaces maliciosos, intentos de phishing y hasta archivos que pueden infectar tu equipo. Así que ojo con abrir cualquier cosa sin mirar bien el remitente o el contenido.
Y ten esto bien presente: aunque los filtros antispam han mejorado una barbaridad, el problema sigue ahí, sobre todo si tienes un negocio o una tienda online. Por eso, entender bien qué es el spam y cómo ponerle freno no es un capricho, sino algo básico para cuidar tu presencia digital.
Como ves, no es un tema menor. Y si tienes una página web, o eres de esos que usan el correo a diario, conviene tenerlo claro desde ya. Como el spam no es algo que podamos definir de forma genérica, empezamos por decirte que hay varios tipos que, por supuesto, te vamos a explicar.
Tipos de spam más comunes
El spam tiene muchas caras, y no todas llegan por email. De hecho, cada vez aparecen nuevas formas de colarte mensajes no deseados, y lo peor es que muchos pasan desapercibidos hasta que ya es tarde. Por eso, conviene tener claro qué tipos de spam existen hoy en día y cómo reconocerlos a tiempo.
Vamos a repasarlos uno por uno para que te hagas una idea.
Spam por correo electrónico
Este es el de toda la vida, el que lleva años colándose en las bandejas de entrada con ofertas sospechosas, premios que no existen, mensajes falsos o directamente intentos de estafa. Su mecánica no tiene mucho misterio. Y es que los spammers lanzan correos por volumen hacia listas gigantes de direcciones (muchas veces conseguidas de forma poco ética), cruzando los dedos para que alguien pique.
Ahora bien, lo curioso es ver cómo funcionan los filtros antispam de los servidores. Estos sistemas hacen todo lo posible por analizar el remitente, el asunto, si el texto huele a trampa, o incluso los enlaces que lleva, vaya.
Si algo chirría, ¡zas! Directo a la carpeta de spam. Y si el dominio del que viene el mensaje ya tiene mala fama, ni se lo piensa: lo bloquea sin miramientos.
Eso sí, ningún filtro es infalible, así que siempre viene bien revisar esa carpeta de vez en cuando (y no hacer clic en todo lo que llega).
Mensajes de texto y llamadas no deseadas
El móvil tampoco se libra del dichoso spam. Los SMS publicitarios, las llamadas automáticas, llamadas con silencio al otro lado y los números ocultos que te interrumpen a cualquier hora son una variante cada vez más molesta. A veces ofrecen supuestos premios, servicios financieros, ofertas de trabajo o te intentan enganchar con promociones falsas.
En muchos casos, el número desde el que te contactan es aleatorio o directamente manipulado (spoofing). Por eso, bloquear un número concreto no siempre soluciona el problema.
Para mitigar esta situación creciente, lo mejor es usar apps que detectan y filtran llamadas sospechosas, y, por supuesto, evitar dar tu número en formularios de dudosa procedencia.
Spam en redes sociales y apps de mensajería
Aquí la cosa se vuelve un poco más sutil. En redes sociales como Instagram, Facebook o X, el spam puede llegar en forma de mensajes privados, menciones falsas, seguidores comprados o incluso comentarios en tus publicaciones con enlaces raros.
En WhatsApp o Telegram, por otro lado, no es raro recibir mensajes de desconocidos con supuestas ofertas, invitaciones a grupos extraños, llamadas o directamente phishing camuflado de promoción.
A tener en cuenta: estas plataformas también cuentan con sistemas de detección, pero muchos mensajes se cuelan igualmente.
Así que si algo te huele raro… ni lo abras.
Comentarios automáticos y otros formatos
Por último, tenemos esas formas de spam que no siempre identificamos como tal a la primera. Por ejemplo:
- Comentarios automáticos en blogs, foros, canales o vídeos con enlaces promocionales.
- Formularios de contacto llenos de mensajes en inglés sobre criptomonedas o SEO, pero no del bueno, sino del “milagroso”.
- Bots que rellenan bases de datos con contenido basura.
- Publicaciones en plataformas como Reddit o Quora, creadas solo para enlazar a páginas sospechosas.
¿Cómo reconocer un mensaje de spam?
Sí, ya sabes por dónde puede colarse el spam, pero te toca aprender a detectar las señales que lo delatan. Porque aunque algunos mensajes los pillas a kilómetros, otros están bastante más trabajados y pueden entrar fácilmente.
Lo bueno es que, si sabes en qué fijarte, es fácil pillarlos y evitar sustos innecesarios. Vamos a ver cómo.
Señales típicas en correos y mensajes
Aunque cada spammer tiene su estilo, hay ciertos patrones que se repiten una y otra vez. Si ves uno o varios de estos elementos, desconfía.
- Remitentes raros o con dominios sospechosos: cosas como info@regalotecnologico.xyz o ganaste@cuenta-no-verificada.net son del tipo de mensaje para salir corriendo.
- Asuntos demasiado llamativos: “¡Has ganado un iPhone!”, “Urgente: problema con tu cuenta” o “Haz clic ahora y cobra tu premio”. Spoiler: no has ganado nada más que un poco de spam.
- Errores de ortografía o frases mal redactadas: muchos correos spam están traducidos automáticamente o escritos a toda prisa. Si suenan raros, por algo será.
- Enlaces acortados o que no van donde dicen ir: siempre pasa lo mismo. El botón dice una cosa, pero el enlace apunta a un dominio completamente distinto.
- Archivos adjuntos sospechosos: .zip, .exe o incluso .pdf que no esperabas recibir. Mejor no tocar.
- Presión para actuar rápido: “última oportunidad”, “si no respondes en 24 horas perderás tu cuenta”, etc. Todo diseñado para que no pienses, solo hagas clic.
Spam vs. phishing: ¿en qué se diferencian?
A menudo se confunden, pero no es lo mismo recibir spam que caer en un intento de phishing.
El spam, aunque molesto, suele ser genérico: publicidad no solicitada, contenido basura, promociones pesadas… Sin embargo, el phishing va más allá: intenta engañarte para robarte datos personales, contraseñas, archivos o información bancaria.
Aquí tienes una tabla rápida para distinguirlos sin liarte.
Característica | Spam | Phishing |
Objetivo | Publicitario o masivo | Robar información personal o credenciales |
Personalización | General, impersonal | Muy personalizado, finge ser de confianza |
Tono del mensaje | Comercial o molesto | Urgente, alarmista o demasiado formal |
Elementos sospechosos | Ofertas raras, enlaces acortados | Logos falsos, formularios falsos, emails falsos |
Consecuencias habituales | Saturación, pérdida de tiempo | Robo de datos, accesos indebidos, estafas |
Ejemplos típicos | “Promoción exclusiva solo hoy” | “Tu banco necesita verificar tu identidad” |
¿Ves? El phishing es mucho más peligroso, porque la cosa con él es que busca colarse como si fuera una comunicación legítima. Así que, si recibes un correo que parece de tu banco, PayPal, Amazon, Netflix, ya sabes, revísalo con lupa antes de hacer clic en nada. Y repórtalo siempre que puedas, porque ayudas a otros usuarios a que no haya este tipo de estafas.
Riesgos del spam para tu seguridad y privacidad
Para empezar, hacer clic donde no debes puede jugarte una mala pasada. Algunos mensajes vienen con enlaces o archivos que, sin que te enteres, te meten malware en el ordenador. Un segundo de despiste, y ya tienes un virus campando a sus anchas por tu sistema. Y claro, luego vienen los verdaderos problemas.
Pero no solo hablamos de virus. El spam también es un coladero de datos. Hay correos que están diseñados para sonsacarte información: tu nombre, tus claves, tu ubicación o tus datos bancarios… incluso con solo abrir el mensaje ya le estás diciendo al remitente que tu cuenta está activa, y ahí ya entras en su lista negra (o más bien, su lista de víctimas potenciales).
Y ojo, que algunos van más allá: te rastrean, miran si hiciste clic, cuánto tiempo estuviste en la página, si lo reenviaste… vamos, que te siguen la pista sin pedir permiso.
¿Y si hablamos de una empresa? Pues el problema puede ser aún mayor. Un solo empleado que pinche donde no debe puede abrir la puerta a un ataque más gordo, robo de datos masivo, filtrado de claves y hasta dañar la reputación de la marca. Todo por no andarse con ojo.
¿Cómo evitar el spam y protegerte?
Por suerte, no necesitas ser un experto en ciberseguridad para mantener el spam a raya. Con unas cuantas medidas bien aplicadas puedes reducirlo al mínimo y navegar (o trabajar) con mucha más tranquilidad.
Vamos al grano.
Filtros antispam y medidas técnicas
La primera línea de defensa está en la parte técnica. Los filtros antispam son una herramienta básica pero muy efectiva. Vienen integrados en casi todos los servicios de correo o paneles de hosting, y si los tienes bien configurados, ya tienes la mitad del trabajo hecho.
Si usas cPanel, por ejemplo, puedes activar Apache SpamAssassin desde el apartado “Correo electrónico”. Solo tienes que entrar, marcarlo como activo y ajustar el nivel de sensibilidad (cuanto más bajo, más estricto). También puedes crear listas negras y blancas para bloquear o permitir direcciones específicas. Lo mismo pasa con Plesk, donde tienes opciones parecidas en “Configuración de correo”.
Además, si tu proveedor lo permite, activa el registro SPF, DKIM y DMARC para proteger tus propios dominios del uso fraudulento. Esto evita que alguien envíe correos haciéndose pasar por ti.
Ojo, que no todos los paneles lo tienen visible, pero siempre puedes pedir ayuda al soporte técnico. Y si vas más allá, también puedes usar soluciones externas como MailCleaner o SpamTitan, que ofrecen más control y estadísticas detalladas. Eso sí, suelen ser de pago.
Buenas prácticas para prevenirlo
Aquí no todo es tecnología. Tu comportamiento online también influye, y mucho. Hay ciertos hábitos que conviene adoptar si no quieres acabar con la bandeja de entrada llena de porquería digital.
- No uses tu correo principal para todo: crea una dirección alternativa para registros, suscribirte a cosas, promociones o pruebas. Así no te saturan la cuenta importante.
- Cuidado con los formularios web: si ves una web poco fiable que te pide el email, porque sí, mejor pasa. Y si lo das, que sea el secundario.
- Evita hacer clic en "darse de baja" si el correo es sospechoso: a veces, ese botón es solo una excusa para confirmar que tu dirección está activa.
- No reenvíes cadenas ni promociones dudosas: aunque parezcan inofensivas, suelen ser focos de spam encubierto.
- Activa la verificación en dos pasos: esto, en todas las plataformas que lo permitan. Así, si alguna vez se filtra tu correo, al menos no entrarán tan fácilmente.
En pocas palabras: sé selectivo. Revisa antes de dar tu mail, y desconfía por defecto.
Cómo protegerte en redes sociales y móviles
Y sí, el spam también ha colonizado tus redes y tu móvil. Pero eso no significa que estés vendido.
Hay varias formas de blindarte:
- En WhatsApp o Telegram, limita quién puede agregarte a grupos o ver tu foto de perfil. Lo tienes en ajustes de privacidad.
- Si recibes SMS raros con enlaces, ni se te ocurra abrirlos. Bórralos y, si puedes, márcalos como “no deseados”.
- En Instagram, Facebook o X, revisa la configuración de mensajes privados y comentarios. Puedes filtrar automáticamente los mensajes sospechosos o bloquear usuarios pesados.
- Instala apps de protección antispam para llamadas y SMS, como Truecaller o Hiya. Son bastante útiles si te bombardean con números raros.
- Y por supuesto, no compartas tu número de teléfono en formularios públicos ni en redes sociales. Ni aunque te prometan que has ganado la Lotería Nacional (un clásico).
Lo importante aquí es no dar demasiada información alegremente. Cuanto menos sepas sobre ti un spammer, mejor.
¿Qué hacer si recibes spam constantemente?
Vale, pongamos que ya has seguido todas las recomendaciones habidas y por haber, pero sigues recibiendo spam como si no hubiera un mañana. ¿Y ahora qué? No te preocupes, porque, aunque sea una lata, hay formas efectivas de plantar cara al problema. Y no hace falta ser técnico ni tener un máster en ciberseguridad.
Aquí te contamos cómo actuar paso a paso si el bombardeo de correos basura no para, tanto para frenarlo como para dejar constancia de que te están tocando las narices (legalmente hablando, claro).
Cómo reportarlo y bloquear remitentes
Lo primero, es que no abras el correo si no estás seguro de su origen. Y mucho menos hagas clic en enlaces raros o descargues archivos adjuntos. Esto es lo típico que se dice siempre, pero créeme, sigue siendo el error más común.
Una vez identificado el mensaje como spam, toca bloquear al remitente y reportarlo. Por suerte, las principales plataformas de correo ya vienen preparadas para ello.
En Gmail, abre el mensaje, haz clic en los tres puntitos (arriba a la derecha del correo) y selecciona “Bloquear al remitente” o “Informar como phishing” si crees que hay algo más turbio detrás. También puedes marcar directamente como spam desde la bandeja con un solo clic.
En Outlook, selecciona el correo en cuestión y usa la opción “Correo no deseado > Bloquear remitente” o “Phishing”, según el caso. Esto ayuda a entrenar el filtro para que no vuelva a colarse.
En Yahoo Mail, lo mismo: selecciona el correo, pincha en “Marcar como spam” y listo. También puedes ir a la configuración de filtros para bloquear dominios completos si se repiten mucho.
Cuanto antes señales los correos molestos, antes se refina el sistema para evitarlos. Y si son correos masivos que se cuelan de forma sistemática, también puedes denunciar directamente ante las autoridades competentes.
En España, puedes enviar una reclamación a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) si consideras que hay un abuso. Aunque claro, es tedioso.
¿Es legal el spam? Regulaciones actuales
Aquí viene la gran pregunta que mucha gente se hace: ¿es legal que me manden correos sin haberlos pedido? La respuesta corta: depende.
En la Unión Europea, y como es lógico, también en España, no está permitido mandar correos publicitarios sin que tú lo hayas autorizado antes. Así lo dejan claro tanto el RGPD como la LSSI-CE, que son las leyes que marcan las reglas del juego en este tema.
Ahora bien, hay un detalle que mucha gente pasa por alto, y es que si ya has tenido trato con la empresa (por ejemplo, si les compraste algo), sí que pueden mandarte emails sobre productos parecidos. Eso sí, siempre que te den una forma clara y sencilla de darte de baja. Si no te lo ponen fácil para salirte… están metiéndose en un buen lío.
Además, la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD) también protege tus derechos frente a prácticas abusivas. Así que, si recibes spam de forma continuada, especialmente de empresas a las que nunca diste tus datos, puedes tomar cartas en el asunto.
¿Qué puedes hacer?
- Solicitar la baja de forma explícita, si existe esa opción (aunque ojo: si el correo es sospechoso, mejor no hacer clic en ningún enlace).
- Ejercer tu derecho de acceso, rectificación o supresión de datos.
- Denunciar ante la AEPD, como comentamos antes, si consideras que se ha vulnerado tu privacidad.
Y si el spam proviene del extranjero, la cosa se complica un poco más. Pero, aun así, puedes reportarlo en plataformas internacionales como SpamCop o incluso contactar con el proveedor de servicios de correo del remitente para que tomen medidas.
Conclusión: cómo mantener tu vida digital libre de spam
Lo dicho: vivir tranquilo en Internet es posible, pero toca currárselo un poco. Si aplicas todo lo que hemos visto, desde identificar los mensajes raros hasta bloquear y reportar como es debido, estarás mucho más protegido frente a esa avalancha de correos y notificaciones que solo vienen a molestar (o algo peor).
Para ponértelo aún más fácil, aquí tienes un pequeño repaso práctico que puedes guardar como referencia rápida.
- No abras mensajes de remitentes desconocidos
- Desconfía de ofertas que parecen demasiado buenas
- Usa filtros antispam y configúralos correctamente
- No compartas tu correo en sitios que no te inspiran confianza
- Revisa los permisos de las apps y redes sociales
- Reporta cualquier mensaje sospechoso desde tu plataforma de correo
- Consulta con profesionales si tienes dudas sobre la seguridad de tu web
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